¿En qué casos se realiza?
Algunos de los procedimientos más comunes de cirugía dental incluyen la extracción de dientes impactados o dañados, la colocación de implantes dentales para reemplazar dientes perdidos, la cirugía de las encías para tratar enfermedades periodontales avanzadas, la corrección de maloclusiones y problemas de la mandíbula, la cirugía de tejidos blandos para eliminar quistes o tumores, entre otros.
La funcionalidad de la cirugía dental radica en su capacidad para abordar problemas dentales y maxilofaciales que no pueden ser tratados con métodos no quirúrgicos. Por ejemplo, la extracción de dientes dañados o impactados puede aliviar el dolor y prevenir complicaciones futuras. La colocación de implantes dentales restaura la función masticatoria y la estética dental perdida debido a la pérdida de dientes. La cirugía de las encías puede detener el avance de la enfermedad periodontal y preservar la salud de las encías y el hueso de soporte dental.
Es importante destacar que la cirugía dental requiere habilidades especializadas y conocimientos avanzados por parte del cirujano dental. Además, se deben seguir protocolos rigurosos de esterilización y seguridad para garantizar el éxito del procedimiento y la salud del paciente.
La cirugía dental desempeña un papel crucial en el tratamiento de diversas condiciones dentales y maxilofaciales, mejorando la salud bucal, la función masticatoria y la calidad de vida de los pacientes.